domingo, 16 de febrero de 2014

El fallido desafio Don Solomillon en Rolli's

Hola gord@s!

Esta semana si que toca actualizar. Mi vagancia es extrema, pero bueno, lo que sea con tal de no ponerme a estudiar Alemán.

Hoy, en vez de remontarme a semanas atrás, relataré la Fartura más reciente, la de ayer. Movidos por la gula decidimos que era día para salir y cenar. En principio esto siempre es una buena idea, pero si se tiene en cuenta que era Sábado, y que vivimos en Zurich, pensar que se puede salir a cenar en esta cuidad sin pedir mesa en cualquier sitio con menos de dos semanas de antelación es motivo de descojone, porque con suerte cenaras en el McDonalds más cercano en el mejor de los casos.

No obstante fuimos positivos y nos pusimos a buscar garito. Después de encontrar uno pero descartarlo rápidamente al darnos cuenta que era el comedor de un asilo, decidimos probar suerte con el Rolli's Steakhouse Oerlikon. Esto es un sitio de carnes, cerca de casa, en el que llevamos intentando conseguir una mesa hace más de un año (coñas a parte), si, un puto año. Cada vez era lo mismo:

- Hola buenas, tenéis mesa para dos esta noche?
- No, lo siento, estamos completos?
- Y para mañana?
- No, también estamos completos.
- Y la semana que viene?
- Lo siento señor, también estamos completos.
- OK, gracias (zorra..)

Que podía ser diferente esta vez? Nada, pero por probar. Y así fue, llamé y la respuesta fue casi la misma: 

- Hola buenas, tenéis mesa para dos esta noche?
- No, lo siento, estamos completos?
- OK, gracias (zorra..)
- A no ser que quiera usted mesa para las 21:30, pero claro eso ya es tardísimo, y le aviso, es posible que tenga que esperar usted unos 3 minutos por la mesa...
- 21:30? (y eso es tarde? - pensé) Muy bien, a las 21:30. Y no se preocupe por lo de los 3 minutos (le dije).

Y es que, como ya he dicho más veces, aquí la gente cena a la hora de la merienda, y además, un minuto de retraso no es algo que se pueda tomar a la ligera. Yo ya he visto miradas con los ojos inyectados en sangre por llegar 2 minutos tarde a una reunión.

Sea como fuere había llegado la hora, por fin teníamos mesa en el Rolli's de los huevos. La reflexión es interesante, fue más fácil para nosotros conseguir mesa en El Bulli que en el Rolli's. Y claro, ahora pensareis que el Rolli's tiene que ser La Polla, verdad? Pues no. En realidad no está mal, o de mano, tiene buena pinta por fuera. Pero no es más que un Steakhouse rollo americano.

Nos preparamos, y nos pusimos en ruta. Está a unos 10 minutos de casa, así que para mi el acceso es fácil. Fue curioso ver como, por el camino vimos un montón de restaurantes ya vacíos y con los camareros ya limpiando, a las 21:20! Pa flipar.

Sobre el sitio. Hay que destacar que este es uno de un grupo de 3 Rolli's. Este esta situado en el barrio Zuriquense de Oerlikon, un barrio más bien nuevo, y con un ambiente muy internacional debido a la cantidad de empresas multinacionales situadas por la zona. Por fuera está bien, se ve que es pequeño y ese debe de ser uno de los motivos por el que es tan difícil pillar sitio. Está decorado con unas luces y tal, y llama la atención. Al entrar esta la típica cortina gruesa que se ve mucho en los restaurantes Suizos. No sabría muy bien decir para qué, ademas de para que se se me enganche en al abrigo y la líe parda cada vez que entro en un sitio de estos al más puro estilo Mr. Bean. Yo diría que es un tema que va para prevenir el frío en invierno, ya que por lo general cuando se abre la puerta suele entrar la muerte gélida. Sea como sea, en este sitio lo veo una gilipollez ya que después de la cortina hay un pasillo muy estrecho y una pared en la que se puede ver este cuadro:


Así pues poco afecta el frío a los de dentro. Esto me lleva a hablar de la decoración. Todo es un rollo muy americano. No se ven cosas en Alemán por ningún sitio y hay mogollón de rollos raros por las paredes. Es un Steakhouse de libro. A mi personalmente me recodaba mucho al Rancho Familiar del Tío Moe.


Cuando entramos a pedir nuestra mesa, había dos maromos esperando, una par de bestias tamaño mega-grande, con cabezas afeitadas a la perfección y una cara evidente de desayunar hormonas cada mañana, que me incitó a esperar educadamente mis tres minutos, o más si se diera el caso. Y así fue, unos 5 minutos más tarde nos sentaron en una pequeña mesa para dos en medio del local. A nuestro alrededor, a la izquierda, un grupo de chavalas metiéndose unos filetacos y unas bolas (de helado) con unos Aperol Spritz; a la derecha, una pareja de Suizos que no se dirigió la palabra en toda la cena, y en frente un par de parejas que llevaban una castaña de aquí te espero, y que estaban descojonándose y montando un jaleo en el restaurante que para el estándar suizo es un escándalo en toda regla. La situación fue un rollo así:


Una vez sentados y con la carta en mano empezamos a pensar. La carta no está mal. Básicamente son carnes a la brasa y servidas a la piedra con diferentes acompañamientos a elegir. Además de unos primeros rollo ensaladas, aros de cebolla y esos temas. Lo curiosos y atractivo es la variedad de carnes, tanto en tamaños y estilos como en su procedencia. Tienen carnes de Cerdo, Ternera, Buey y Cordero, todos con diferentes cortes estilos y tamaños. Además se puede escoger la procedencia. Hay carne de USA, Canadiense, Argentina y Suiza. De los diferentes cortes y estilos, lo que más llama la atención es que ponen el peso aproximado, su precio y luego indican un precio adicional por cada 50 gr. más de carne, precios que van desde los 5 a los 10 francos por cada 50 gr. más de carne. Si hamijos, aquí si lo comes lo pagas, al gramo si hace falta.

Al ver que las raciones eran tamaño americano, con patatas, ensaladas, salsas y demás historias, y además, que un servidor iba con la idea de casa de marcarse el Desafío Don Solomillón, decidimos no pedir primeros y tirar directamente a dos segundo contundentes. Bonnie se decantó por el Lady's Entrecote, Ternera de 200 gr a la piedra, con patatonas y tres Salsas, y yo, buscando la muerte por ingesta de carne, me decidí por el Oklahoma Rib-Eye Steak de 200 gr., al que le hice un "upgrade" de 100 gr. más, pensado que hacia la  gran machada. Mas tarde me di cuenta de que el tema de los pesos es algo que aún no tengo controlado. Para beber, una mediana para mi consorte, y medio litro de cerveza de barril para mi.

Los platos los trajeron en tiempo récord. Primero el de Bonnie:


Como hemos dicho, a la piedra. En este caso ponen una piedra muy caliente que va haciendo la carne, y otra mas templada por si uno quiere que se deje de hacer en un momento dado. Además trae sus patatas y tres salsas. Si no recuerdo mal eran Salsa Tártara, Cocktail y una especie de Salsa de curry. La carne con una pinta muy buena. Un Solomillo de 200 gr., hecho vuelta y vuelta y con unos granos de pimienta roja encima. Lo que no acabé de entender es el trozo de piña y la guinda que ponen en la segunda piedra. Algo un poco bizarro.

Y el mío, en la misma línea:


Cuando lo vi fue un poco decepcionante. Yo, cuando me quiero meter un chuletón, pretendo acojonarme solo con verlo. Que mi mujer me mire mal y me eche la bronca con el típico: "ves?, no te lo vas a a acabar, ya te lo decía yo!" y cosas así, y es más, acabar jodido y decir luego lo típico de: "quien me manda a mi meterme esas animaladas". Es decir algo como lo que podemos ver a continuación:



Doy fe de que me estuve cagando en dios aquella noche después de la cena entre ardores de estómago y demás, pero joder que felicidad de cena.

Volviendo al Rolli's, fue una carne cojonuda, eso es cierto, pero me supo a poco (culpa mía claro). Esta claro que para la próxima, menos de medio Kg. de carne no hay que pedir. Una curiosidad es que la carne te la ponen prácticamente cruda, hasta tal punto que por dentro esta fría aun, así que te la puedes hacer como te salga de las narices. 

Resumiendo, carne muy buena, pero muy cara, aunque ya se sabe, en el país del dinero esto es lo que hay.

Aunque al final quedamos llenos (las patatas y las salsas dieron bastante de si), la glotonería nos pudo y miramos la carta de postres. Variedad de postres no había mucha. Había sobre todo helados y batidos. Para llevar la contraria nos pedimos un Apfel Strudel con helado de vainilla para compartir. No estaba mal, pero no fue el mejor que he comido ni de lejos. Además lo pusieron muy caliente, y un buen Strudel tiene que estar tibio.


Del servicio hay que decir que se sale del estándar Suizo, es decir son educados y eficientes, no unos gilipollas, como suele pasar aquí en Dinerolandia con los camareros. Así que en ese aspecto muy bien.

Y ahora la minuta:


Cincuenta y cinco napos por persona sin vino, sin primeros y compartiendo un postre, y sin cafés, un precio bastante Suizo, y es más, tirando a barato. Sí sí, a barato he dicho.

El balance para mi ha sido bueno. Me hubiera quedado mejor sabor de boca si el filetón hubiera sido enorme, pero eso no fue culpa del restaurante. Y pienso volver, eso está claro. Eso si, aún no entiendo porque pelotas hemos tardado más de un año en poder conseguir mesa.

Tchusss!