domingo, 25 de mayo de 2014

Llamber, taberna Asturiana?

Hola gente!

He vuelto. Si alguno pensaba que me había jubilado con el post del Bulli, esta muy equivocado. No escribo más a menudo por una cuestión de intensa vida social y gastronómica, y es que tener vida social hasta las 5 de la mañana, y escribir en tu blog los domingos es algo totalmente incompatible, ya que "el Señor del Mazo" me suele joder todo atisbo de creatividad por defecto. Y no será porque no tenga material, porque en estos últimos 2 meses, he incluído en mi cuerpo unos 5 kg más de materia oscura.

Rollos a parte, hoy toca hablar de otra de esas experiencias que tanto nos gustan, comer como cerdos y en buena compañía. Que puede haber mejor que eso? Yo creo que nada. Aunque bueno, los hay que prefieren meterse a follar en un cajero de La Caixa a la vista de todos, como plan de velada perfecta. Ya se sabe, para gustos colores, y no seremos nosotros quienes lo critiquen.

Bien, la pasada Semana Santa, es decir, esa semana en la que hay peña que se disfraza de Los Caraconos para cargar a sus hombros una Matriosca gigante con velas hasta en el culo a ritmo de tambor, y otros a los que les da por flagelarse con un látigo mientras caminan de rodillas por un suelo empedrado para alcanzar la paz interior y una infección en las rótulas (ahora lo del cajero no os parece tan mal plan eh?), a La Madre de Dragonas y a mi nos dio por bajar a Barcelona para ver amigos y familia. Uno de esos días tocaba reunión con un sector clave en nuestra vida social, L@s Doctorsit@s. Tropa a la que le gusta más beber que comer, pero que para ambas cosas tiene un talento especial. El sitio elegido fue el Llamber, en el Born.


Antes de empezar a despellejar, creo que es de Ley explicar un poco lo que es el Llamber, y que significa su nombre. Existen dos restaurantes llamados Llamber, uno en Avilés (Asturias), y otro en Barcelona (del que hablamos hoy). En mi caso, como soy de Avilés, y estuve en el Llamber de Avilés, cuando me entere de que había otro en Barcelona, me imaginé que iríamos una especie de Taberna Asturiana. Además, para aquel que no lo sepa, la palabra "Llamber" es una palabra Bable (dialecto Asturiano del Castellano) que significa, o bien "Lamer" (como aquella película del Poli Diaz que se titulaba El Lama y la que los Lame"), o bien el acto de guarrear con glotonerías entre horas. Algo así como meterse un trozo de tarta de chocolate de tu madre antes de cenar y cosas así, eso es Llamber (ya lo sé, somos peña muy rara). Por lo tanto, con tales precedentes, es lógico pensar que uno va a comer a una Taberna asturiana típica. Pero no fue así. Si uno investiga un poco, ambos restaurantes son el resultado del trabajo de equipo formado por un Avilesino (Fran Heras) y una Catalana (Eva Arbonés), combinación que, por si no lo sabéis ya os lo digo yo, es probablemente la mejor de toda la Vía Láctea y parte de extranjero. En cualquier caso, en su web, claramente explican cual es su filosofía:

"Una oferta diferente dentro del mercado local, donde la idea principal es poner al alcance de todos los públicos, una gastronomía sostenible a precios sostenidos. En definitiva, una forma diferente de tapear en un ambiente informal."

No entiendo muy bien que quiere decir eso de gastronomía sostenible. En cualquier caso, haremos una reflexión de su filosofía al final del post.

Vamos al lío. El sitio. Según se entra mola bastante. Luces tenues y mesas de madera rústica, con una decoración moderna pero de taberna piji-guay, y paredes de ladrillo visto. Se siente calidez y no un ambiente demasiado estirado. El local es grande de pelotas, tiene mucho espacio al fondo. Nosotros pedimos mesa para 8, y nos sentaron en una donde se podía ver la cocina. Todo bien.

En once titular elegido para dicho evento fue PPR, AG, AJ, MC, JM, AT, La Madre de Dragonas y un servidor, imposible fallar. Y aqui tenéis una foto de nuestros pivones:


Nos sentamos y para ir calentando pedimos unas cañas. Hay que decir que el servicio, sin llegar a cabrearme, fue un poco lento, ya que tardaron en traer las cañas y casi toda la comida. Por lo demás, muy amables.

Después de un rato de las típicas historias de que tal por aquí y allá, pedimos la carta. Hay que decir que la carta no está mal. Lo suyo y más divertido es hacer "pica-pica", ya que así se prueba un poco de todo. 


Como se puede ver, es bastante variada, y de percibirse alguna influencia, se percibe un pequeño toque asturiano, eso es totalmente cierto. 

Pedimos tapeo variado, con ganas de probar tapas elaboradas. La elección fue:

- Una ración y media de Buñuelos de Bacalao
- Dos raciones de Croquetas Caseras
- Dos Fondues de Parmesano con Langostinos y Trigueros (que ni puta idea que era, pero sonaba así como de la ostia)
- Una ración y media de Patatinas al Cabrales con Praliné de Avellanas
- Dos raciones de un Risotto de Foie y Oricios (creo que estaba fuera de carta y no lo recuerdo muy bien)
- Dos raciones de Arroz Negro con Sepioneta y All i Oli
- Dos raciones de Setas con chipirones y huevo de corral (que también creo que estaba fuera de carta) 
- Dos raciones de Patatinas rellenas de Carne y salsa de Chipotle

Y pan con tomate, que fuimos pidiendo progresivamente.

Apetece, no? Solo de escribirlo estoy salivando de nuevo. Para acompañar dicha fiesta pedimos un vino tinto. La carta de vinos que proponen no esta mal, es variada y en mi opinión eran vinos bastante flexibles, lo que les hace buenos vinos para tapear. Como no nos queríamos tirar a la parra demasiado pedimos un vino de precio medio. El elegido fue el Petit Graelo, un Costers del Segre, a base de Cabernet Sauvignon, con Syrah y la dosis justa de Merlot para no joder el vino. Muy rico. Ya sabéis que soy un fanático de los Vinos Catalanes, cada día mas.


La primera botella duró un suspiro, y de hecho antes de que llegaran los platos ya tuvimos que pedir la segunda. Se mascaba la tragedia, nunca mejor dicho.

Empezaron a llegar los platos, y todos los participantes de la cena se metieron en el papel de @elfarton inmediatamente, especialmente AG, que está claro que es la mayor fan de este espacio. Una organización brutal, todo el mundo sabía que ningún plato se toca hasta que mi móvil no le saque una foto. Así da gusto. Creo sinceramente que Chicote nos debería de llevar un día a una de sus Pesadillas a comer para hacerle la critica merecida.

Así pues, primer plato, Buñuelos de Bacalao (y cuarta copa de vino). 


Pues bueno, unos buñuelos muy ricos, recién hechos y esponjosos por dentro. Nada de textura chicle. Ligeros y cojonudos. Me llamo la atención ese plato rollo cubitera. A todo el mundo le gustaron.

Siguiente, las croquetas (y sexta copa de vino).


Para mi existe la croqueta perfecta, y se que es un cliché, pero realmente es la que hace mi madre, y después, las de Nacho Manzano. Impresionantes. Pero estas croquetas cuadradas estaban de puta madre, al nivel de Top Croqueta. Cremosas y deliciosas. Además, no os olvidéis que estamos en Barcelona, esa cuidad donde te cobran las croquetas por unidad. He tenido experiencias traumáticas comiendo croquetas en Cataluña, en más de una ocasión he querido matar a gente. Y es que cada vez que salgo de Asturias, el nivel croquetil, ya sea por calidad, o por precio (me han llegado a cobrar 2.5 euros por una puta croqueta) baja. Pero yo siempre digo que hay que estar abierto y saber reconocer los méritos de quien cambia los tópicos. Y aquí nos metimos una ración de 8 croquetazas de autor por 8 euros, y yo creo que, sin olvidar donde estamos, esta muy bien.

A todo esto fue llegando el pan con tomate que, al igual que el vino, pedimos sin control alguno.


Muy bueno también.

Siguiente, la Fondue de Parmesano con Langostinos y Trigueros (y octava copa de Vino).


Lo primero que uno piensa cuando le ponen este plato en la mesa es: "menudo gol que me han metido con la carta". A ver, mira que lo hemos dicho veces en este blog: "No os paséis de creativos que un día la vais a liar". Y sobre todo, no pongáis un nombre tan sugerente a semejante parida. Cierto es que la "Fondue" de parmesano estaba rica, los langostinos rebozados no estaban mal, y los espárragos trigueros eran de tal calidad que nuestros orines apestaron por 3 días. Eso no lo discute nadie. Pero, en primer lugar, y en mi opinión claro, son 3 cosas que no combinan especialmente. En segundo lugar, es una putada tratar de mojar el triguero en el mini-bol de queso, ya que se va todo a tomar por culo, gotea, te manchas la camisa... Además, no puedes comer a la vez el langostino empanado y el espárrago, porque como cojones mojas las dos cosas y las comes? Tendrías que ponerte como un torero con las banderillas, y luego gestionar el como meterlo en la boca. En fin, ya os digo que no estaba malo para nada, pero me pareció una gilipollez de plato.

Turno para las Patatinas al Cabrales con Praline de Avellana (y para la cuarta botella de vino).


Aquí ya volvimos a lo rico rico, ademas como ya llevábamos el morro un poco torcido, ya la peña no se cortaba con darme sus más sinceras críticas. Este plato estaba muy bueno, y considero que es algo muy original que no se encuentra en otros lugares. Y la ración estaba bastante bien.

Empezaron a llegar los arroces (y nosotros nos echábamos la décima copa de vino). En primer lugar nos pusieron en del Foie y Oricios (Erizos de Mar).


Un poco insípido. Todos coincidimos. El arroz estaba bien cocido, se veía que era de calidad, buena presentación y tamaño de la ración correcto. Pero no me supo a nada. Demasiado suave. Además, creo que el Foie con los productos de mar en un arroz, no combina demasiado bien. No triunfo la verdad.

A continuación llegó (en coordinación con la enésima copa de vino), el Arroz Negro con Sepioneta y All-i-Oli. 


Este sí que estaba bueno. Meloso, con mucho gusto, y una combinación de sabores perfecta. Y como se puede ver, ración generosa y presentación con clase. Éxito de plato. Además de tener un toque Catalán bastante chulo.

Siguiente, guiso de setas (y por si no quedo claro aún, otra copa de vino).


Un revuelto de setas con chipirones guisado (que no frito) con una yema de huevo encima que había que deshacer. A ver, yo no soy muy setero. Un día me comí unas setas de temporada en Amsterdam y no me sentaron muy bien, así que desde entonces no es un plato que me apasione. Sin embargo entre mis acompañantes es un plato que triunfa bastante. En Cataluña hay mucha tradición de setas. Dichos acompañantes concluyeron en que dicho plato era un poco insípido, le faltaba "punch", es decir... bah!

Por último (y ya con el vino en vena a un nivel de esos que llevan a hacer chistes sobre las orejas del camarero, y comentarios como "vaya buena que esta la pava que acompaña al tío feo ese, seguro que el fulano esta podre de pasta, menuda &#∞¢!") llegaron las Patatinas rellenas de Carne y salsa de Chipotle.


Un plato que está sencillamente de puta madre. Tapa con clara influencia asturiana y con un toque de autor. Un sabor y textura genial, además de ser una ración generosa. Olé.

Al acabar todo este festival de comida mayormente exquisita y vino a dolor, nos sentíamos como reyes. Probablemente esa euforia era a causa del alcohol ingerido, y eso precisamente nos animó a sobrepasar la glotonería y pedir varios postres para compartir. Así que ále, carta de postres.

Aquí, el mismo rollo de antes, lo suyo es probar varios, es decir continuar con el concepto tapeo pijo. La elección fue la siguiente:

- Una de Casadielles
- Un Arroz con Leche
- Un cremoso de Chocolate

Empecemos con las Casadielles. Se trata, para el que no lo sepa, de un postre típico asturiano, que es una especie de empanadilla rellena de una pasta de Nuez y Anís (y alguna otra cosa más), y rebozada en azúcar, para hacerla mas ligera.


Antes de ver el plato yo pensé que era una locura pedir una Casadiella para cada uno, porque las Casadielles de verdad, como las que hacen mi madre y mis tías, son de plato único, para paisanos de los de antes, de esos de la nariz colorada y la camisa desabrochada hasta la barriga. Pero aquí el concepto es otro, hacerlas mini, para que todos prueben, y acompañarlas de un helado, en este caso de Romero (aunque yo creo que le hubiera ido mejor un helado Peña Santa). Y creo que es una muy buena idea, porque en los postres uno ya va a reventar generalmente, y lo que mola es probar algo dulce, sin que tenga que ser una animalada. El plato, dicho sea de paso, estaba bastante bueno.

Arroz con Leche Asturiano.


Será que soy un fanático del arroz con leche, o será que soy asturiano y vengo de una casa donde somos muy exigentes con dicho postre, pero aquí los amigos del Llamber pincharon. No estaba mal de sabor, pero le faltaba claramente consistencia (y sabor a canela). Insisto, no estaba malo, pero en el título, le sobra la palabra Asturiano. Como mucho Gallego, podrían haber dicho.

Y ya por último, el cremoso de chocolate.


Un postre muy rico, que hace justicia a su nombre, pero que al ser el último e ir a tope, ya no se disfruta del todo.

Pues bien, cafés y cuenta. Casi nos hacemos viejos esperando por las dos cosas, un poco más y termino de hacer la digestión. Pero bueno, al final llegó.


Y con la cuenta llego el momento Viyuela de la noche, protagonizado claro está, por un servidor. Al grito de: "déjame hacer las cuentas a mi que para algo soy Ingeniero", cogí la minuta y dividí. Me salía un total de 52 euros aprox. dejando la propina! Cuando se lo dije al populacho hubo indignación popular. Cabreo monumental, empezando ya a mirar mal a los camareros y los de la cocina por meternos semejante clavel por unas putas tapas. Incluso JM se puso en plan gíbaro a gritar una y otra vez: "No tornarem eh?! Que ho sapigueu!". Ante lo cual la peña de alrededor flipaba claro. Tuvo que venir La Madre de Dragonas a pegarme la colleja y decirme que ya que soy ingeniero, la próxima vez, antes de dividir cuente bien, y divida entre 8 y no entre 6...

Lo cojonudo del tema es que todo el grupo tuvo fe ciega en mi y se indignaron a tope. Que poco me conocen.

Sea como fuere, una vez que quedo claro que soy tonto del culo, y que mi mujer se avergüenza de mi cada dos por tres, la broma salió a 38,75 euros, incluyendo la propina. Precio más que razonable para el sitio, la calidad y la cantidad de comida. Ahora si.

Reflexiones varias al ver la cuenta:

- Cuatro botellas de vino y varias cañas en un grupo de ocho personas con dos embarazadas. Es decir, somos la vergüenza del país.

- Ocho raciones de Pan con Tomate, 30 euros de pan. Vamos a ver, 30 euros de Pan?! Otra vez más que me puteo con el pan. Y es que Me toca Mucho Los Cojones (termino acuñado por mi colega Pako como situación MTLC y que usaremos mucho en este blog) este mini sablazo tan común en Cataluña. Que te cobren el Pan como una exquisitez a precio de oro. Vale que está más elaborado que el pan normal, y vale que en todos los sitios te cobran el pan, pero 4 euros una ración de Pan? Venga ya...

- No dejar al más idiota contar el número de comensales, o empezaréis a faltar al personal del restaurante sin motivo alguno.

Por lo tanto, si vamos a la filosofía que ellos definen en su web y que decíamos al principio de este post:

"Una oferta diferente dentro del mercado local, donde la idea principal es poner al alcance de todos los públicos, una gastronomía sostenible a precios sostenidos. En definitiva, una forma diferente de tapear en un ambiente informal."

Cumplen lo que dicen. Los precios son totalmente correctos, hay que tener en cuenta dónde se está cenando, barrio del Born en Barcelona (una de las ciudades más caras de Europa). Una manera muy divertida de tapear, mucho más elaborada y un ambiente muy moderno y normal. 

Sigo todavía sin saber que es eso de gastronomía sostenible. Sea lo que sea, a mi me pareció un gran sitio y un muy buen proyecto. Seguramente volveré, y esta vez trataré de contar bien.